Pasamos una noche en rural sucuevas y quedamos encantados. Patricia y Claudio nos hicieron sentir como en casa con su trato cercano. Las habitaciones son limpias y muy cómodas. El desayuno es delicioso, especialmente la repostería casera. El jardín es perfecto para relajarse y disfrutar de la naturaleza. Volveremos!

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Vaya festín! Agradezco a Patricia y María por esos desayunos caseros gloriosos que nos llenaron de energía cada mañana. Las vistas al valle desde nuestra habitación eran un regalo para los ojos y el alma. ¡Como estar en casa, pero con vistas de película!

Eso sí, el agua caliente en las duchas se tomaba su tiempo, algo que nos pilló inesperadamente, pero no nos arruinó la experiencia, el encanto del lugar brilla por sí solo.

No dejen de probar el delicioso desayuno casero, es un verdadero placer para comenzar el día.

El trato cercano y amable de las

recepcionistas fue realmente excepcional. Las instalaciones eran agradables y limpias, aunque el desayuno podría haberse mejorado en variedad. La ubicación es preciosa, ideal para explorar los alrededores y disfrutar de la naturaleza.

Un desayuno para recordar

Despertamos con el aroma del café recién preparado y los bizcochos de Patricia. La atención de María era excepcional, siempre lista para recomendar lugares para visitar.

La carretera para llegar es un poco estrecha, lo que podría ser incómodo para algunos conductores inexpertos.

Instalaciones limpias y cuidadas, silencio absoluto por las noches, temperaturas agradables gracias a la calefacción.

La carretera de acceso es un verdadero desafío para conductores inexpertos!!! Además, la puerta del baño no cerraba bien, lo que sugiere que el mantenimiento podría mejorarse un poco!!!

La cama era increíblemente cómoda y disfrutamos de un desayuno riquísimo, especialmente las recomendaciones de Patricia. Sin duda, volveríamos por esa atención tan cercana.

El desayuno es espectacular, con una deliciosa variedad de bizcochos caseros y un café riquísimo. La atención de Patricia y María es excepcional, siempre con una sonrisa y dispuestas a ayudar en todo lo que necesitamos. La habitación era espaciosa, muy limpia y con unas vistas al valle que son una maravilla. El silencio y la tranquilidad del lugar son un gran plus, perfecto para desconectar.

Carretera estrecha

El lugar es encantador y tranquilo, con un jardín espectacular para pasear. Patricia y Claudio nos hicieron sentir como en casa. ¡Ah, y las duchas recién cambiadas son un lujo!

Lo único malo, el Wifi parecía tener una relación amorosa con el silencio. ¡no funcionaba muy bien!

Wifi un poco lento, pero la habitación era cómoda y muy limpia. Desayuno rico.

El hotel es una joya encantadora rodeada de jardines que parecen sacados de un cuento de hadas. Las habitaciones son cálidas y acogedoras. más cómodas que un abrazo de abuela. Además, la terraza ofrece vistas al campo que hacen que cualquier momento del día sea perfecto para relajarse.

Acceso complicado

La cama era incómoda, aunque la atención de Patricia fue increíble.